Mantener ciertos reconocimientos con tu hijo. Cada niño es diferente y particular, por lo tanto, también su percepción del contexto y su relación con él.
Todo niño puede percibir malestar desde estímulos diferentes. Lo que para uno es estresante para otro no lo es. Como mamá y papá debemos entender y dar validez a lo que nuestro hijo siente y experimenta. Es tan real como lo que sentimos nosotros. Si aceptas la realidad que está viviendo tu hijo y la validas, estarás dando el primer paso para acompañarlo a fortalecer su autoestima. Se sentirá comprendido y no estará solo.
Sentirse capaz incrementa la autoestima. Además de reconocer y validar sus sentimientos y percepciones, puedes acompañarlo y permitirle expresarse, ayúdalo a empoderarse. Cuando logras que tu hijo vea que es capaz de realizar diferentes tareas, solucionar problemas o relacionarse, estás incrementando su autoestima. La experiencia de ser capaz de resolver algún problema modifica de manera positiva su autoconcepto y también la sensación emocional que tiene consigo mismo.
Por otro lado, Rothbaum, profesora de psiquiatría y vicepresidenta de investigación de la Universidad Emory, en un estudio propone tres caminos para mejorar la autoestima enfocados en fortalecer las habilidades de cómo nuestros hijos afrontan una situación.