• Incluye frutas y verduras, al menos 5 porciones al día.
• Dales carbohidratos de preferencia complejos e integrales, pues son la fuente de energía principal. Ejemplo: tortillas de maíz, pan integral, arroz, galletas integrales, barritas de cereal, entre otros.
• Incluye productos de origen animal, pues son esenciales para su crecimiento y formación de tejidos como el músculo. Ejemplo: huevo, pollo, carnes, pescado, lácteos. Asimismo, puedes incluir leguminosas que también son fuente de proteína como frijol, lentejas, garbanzos, habas, entre otras.
• Ten opciones de snack saludables. Ejemplo: trocitos de manzana con yogur y granola, zanahoria y brócoli, almendras y nueces, galletitas saladas con queso fresco.
• Limitar el consumo de alimentos industrializados o altamente procesados que sean densamente calóricos.
• Ofréceles para hidratarse agua natural y bebidas naturales limitando el azúcar añadida.
• Prepara 5 tiempos de comida. Los niños necesitan meriendas para mantenerse con energía durante el día.