· Los hace sentirse saciados

    · Evita el estreñimiento

    · Mejora la digestión

    · Reduce el riesgo de diabetes y enfermedades cardiacas

Tengamos en cuenta que los bebés no necesitan mayor cantidad de fibra, pues puede interferir con la absorción de nutrientes e incrementar el movimiento de la comida al intestino. Pero a partir del primer año de vida, puedes incluir tranquilamente este nutriente con tantos beneficios.

Estos son 5 consejos para que logres adicionar más fibra en la dieta de tu hijo de una manera ingeniosa:

   1. Agrega los vegetales a las comidas principales que ellos aman, por ejemplo, puedes añadir espinaca y champiñones al omelette de la mañana, tomate y lechuga a un sándwich, o zanahoria al arroz. 

   2. Encuentra otros momentos para incluir frutas, por ejemplo, a la hora del postre, en un refrigerio, en la bebida, también puedes espolvorear semillas de lino o chía.

   3. Prepara avena para el desayuno, pues es un alimento rico en fibra, agrega trocitos de banano y nueces.

   4. Para un refrigerio puedes incluir palitos de zanahoria, apio o pepino acompañados de aderezos de queso.

   5. Recuerda incluir las frutas con cáscara en el caso de las manzanas, las peras y los duraznos. Evita eliminarla, pues ahí se encuentra la fibra.