Es bastante claro que los niños necesitan moverse. No solo para evitar enfermedades, sino también para reforzar la salud y fomentar los valores que el deporte y el trabajo en equipo brindan.

Antes de matricular a tu hijo en algún taller, es muy importante hablar con él e involucrarlo desde el día cero en el proceso; que él decida la actividad de su preferencia con base en sus gustos y habilidades. Después de todo, será él quien la practique.

A partir de los 4 años, los niños tienen mayor coordinación y fuerza, esto nos permite aumentar el abanico de posibilidades en cuanto a deportes se trata, por ejemplo:

• Gimnasia: divertida y muy positiva. Ayuda a afinar la sensorialidad.

• Artes marciales: uno de los más populares entre los chicos y no tan chicos. Ayuda a descargar energía, refuerza los valores de compañerismo y es una excelente excusa para entablar amistad con chicos de la misma edad.

• Baile: armonía, ritmo y equilibrio. Además, desarrolla la apreciación por la música.

• Natación: puede ser el deporte más completo para los niños, en el que ejercitan casi todos los músculos del cuerpo.

No hay deportes para “niños” y otros para “niñas”, ambos son igual de buenos para practicar el deporte que quieran. Sea cual sea la disciplina que tu hijo quiera, apóyalo. Es lo más importante.

Es importante que desde temprana edad se incentive a los niños a estar en movimiento y evitar el sedentarismo. Lamentablemente existen muchos casos de niños que padecen diabetes y sobrepeso por una mala alimentación y falta de actividades físicas en su rutina.

No hace falta estar matriculados en alguna academia para disfrutar del movimiento. Sal con tus hijos a montar bicicleta, jueguen a la pelota, corran en el parque o jueguen con su mascota. Estos momentos únicos les traerán salud y diversión sin límites.