1. Reconoce las virtudes de tu hijo y resáltalas positivamente. Cada niño es diferente y particular, por lo tanto lo son también su percepción del contexto de cada situación y su relación con el entorno, valorar sus cualidades le permitirá fortalecerlas.
2. Todo niño puede percibir malestar desde estímulos diferentes. Lo que para uno es estresante para otro no lo es. Como mamá y papá debemos entender y dar validez a lo que nuestro hijo siente y experimenta. Es tan real como lo que sentimos nosotros. Si aceptas la realidad que está viviendo tu hijo y la validas, estarás dando el primer paso para acompañarlo a fortalecer su autoestima. Se sentirá comprendido y no estará solo.
3. Sentirse capaz incrementa la autoestima. Además de reconocer y validar sus sentimientos y percepciones, puedes acompañarlo y permitirle expresarse, ayúdalo a empoderarse. Cuando logras que tu hijo vea que es capaz de realizar diferentes tareas, solucionar problemas o relacionarse, estás incrementando su autoestima. La experiencia de ser capaz de resolver algún problema modifica de manera positiva su autoconcepto y también la sensación emocional que tiene consigo mismo.
Por otro lado, Rothbaum, profesora de psiquiatría y vicepresidenta de investigación de la Universidad Emory, en un estudio propone tres caminos para mejorar la autoestima enfocados en fortalecer las habilidades de cómo nuestros hijos afrontan una situación.